sábado, 22 de junio de 2013

La vida de las estrellas

En esta ocasión vamos a hablar de las hermanas de nuestro Sol, las estrellas que forman nuestra galaxia y todas las galaxias del Universo.

    "Hoy en día sabemos que la vida de las estrellas está regida por procesos nucleares y que las fases que atraviesan, desde su formación hasta su muerte, dependen de las tasas de los distintos tipos de reacciones nucleares y de cómo la estrella reacciona ante los cambios que en ellas se producen al variar su temperatura y composición internas."
    —Wikipedia
Nebulosa planetaria NGC2440
Nebulosa planetaria NGC2440 - Imagen: NASA, ESA & K. Noll (STScI)

Existen muchos tipos de estrellas. A simple vista ya podemos intuir que no todas son iguales; las hay que emiten una luz rojiza, otras azulada, unas emiten más destellos que otras y algunas parecen ser más grandes que el resto a pesar de estar más lejos. Pero además de ser distintas entre ellas, una misma estrella no siempre tiene la misma masa o brillo, pues ambos van cambiando a lo largo de su vida. Y decimos "vida" porque las estrellas disfrutan de un nacimiento, una evolución y una muerte.

Y con esto enlazamos con nuestro tweet ganador de la semana:


Nuestra estrella, el Sol, está aproximadamente en la mitad de su vida. Cómo ya vimos hace unas semanas, el Sol nació hace unos 4.500 millones de años a partir de nubes de gas y polvo de otras estrellas, y aún le queda combustible para otros 5.500 millones de años más aproximadamente. Después, vendrá su muerte.

Ciclo vital del Sol
Ciclo vital del Sol - Imagen de dominio público

Y al igual que ocurre con los seres vivos, no todas las estrellas tienen la misma vida, y no todas mueren de la misma forma.


De la masa de una estrella depende la duración de su vida. Podríamos decir que, cuanto más grande sea, más "hambre" tendrá y, por lo tanto, antes devorará su energía, su alimento. Y esto también influye en gran medida en su brillo.


Por un lado tenemos a las "estrellas de Rock", que viven al límite, brillan por encima de otros músicos y tras pocos discos terminan su carrera. Y por otro lado tenemos al cantautor, que comienza sin hacerse notar, con poco brillo, pero con una larga carrera plagada de discos.

Debido también a su masa, la muerte de nuestros particulares músicos también será distinta:


Tras ciclos de continuas expansiones y contracciones, una estrella similar a nuestro Sol, acabará expulsando sus capas externas. Toda esa materia es entonces disparada en una gran nube (es como hacer explotar un globo lleno de harina), dando lugar a una nebulosa que con el paso del tiempo servirá para formar nuevas estrellas. Lo que queda de la estrella puede acabar siendo una enana blanca (si su masa era inferior a 9-10 masas solares), una enana roja (si era inferior a la mitad de la masa del Sol) o una enana marrón (inferior a 0,08 masas solares).

Acabar como una estrella de neutrones es otra de las posibilidades. Si la estrella tiene una masa superior a 9-10 masas solares, tras una enérgica explosión conocida como supernova, dejará un remanente de hierro y otros metales de 1,5 masas solares aproximadamente, pero de tan sólo 20 o 30 Km de diámetro. ¿Cómo es esto posible? Lo es porque la materia que permanece en la estrella es tan densa que su masa es inmensa en comparación con su volumen.

Un caso extremo son las estrellas más masivas, que tras su muerte se convierten en lo que denominamos un agujero negro.

¿Y cuál será entonces el fin de nuestro Sol?


Para comprender un poco mejor estos finales, nuestro amigo @_StarLord nos muestra una sencilla infografía sobre la vida y muerte de la estrellas:


Como vemos, las estrellas muertas dan paso a nuevas estrellas (o planetas). Estamos inmersos en un bucle en el que unos objetos originan a los de su próxima generación. La materia que va expulsando una estrella a lo largo de su vida, y en su muerte, es la que forma el resto de elementos del Universo.


O dicho de una forma más poética, somos polvo de estrellas.

Recordando nuestro capítulo dedicado al Sol, decíamos que nuestra estrella pertenecía a la tercera generación de estrellas.


Pero además de estas estrellas coetáneas a nuestro Sol, dentro de nuestra galaxia convivimos también con estrellas de una generación anterior, que pueden ser observadas dirigiendo nuestra mirada al centro de la galaxia.


Y aún existe otra generación anterior, las "pioneras", las primeras estrellas del Universo, formadas tras el Big Bang.


Y al igual que ocurre con las personas de mayor edad, estas estrellas son las más sabias y las que más nos pueden enseñar sobre nuestro origen, porque, aunque no existan ya, su luz continúa viajando por el Universo, y nos debería seguir llegando; aunque los telescopios actuales no son capaces de verlas aún. Quizás, con los futuros telescopios de nueva generación, todo esto cambie y finalmente podamos confirmar su existencia.

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