Volvemos a hablar de los planetas de nuestro vecindario y lo hacemos con uno de los protagonistas de nuestro tema anterior, dedicado a la astrofotografía.
Es "El Señor de los Anillos", el segundo planeta más grande de nuestro Sistema Solar y el más característico de todos ellos.
Pero no es un planeta tan diferente al resto de sus hermanos, con los que comparte muchas similitudes, como veremos a continuación.
Al igual que el resto de planetas gaseosos, Saturno tiene una rotación muy rápida que hace que sus días sean muy cortos. No ocurre lo mismo con su año, pues éste es muy largo, en sintonía con el resto de sus hermanos, debido a la enorme distancia que separa a este planeta del Sol. Y, como el resto de gigantes gaseosos, también es de los planetas más grandes de nuestro sistema solar. Concretamente, el segundo más grande, con unos 120.000 Km. de diámetro, solo por detrás de Júpiter.
¿Queréis conocer más similitudes con sus hermanos gaseosos? Aunque pueda sorprender a alguien, otra similitud con ellos son... ¡sus anillos!
En nuestros temas sobre Urano y Neptuno pudimos ver que estos dos planetas también tienen anillos, aunque casi imperceptibles a la vista de los telescopios. El caso de Saturno es bien distitno, pues nos encontramos con unos anillos majestuosos e impresionantes y que no fueron tan difíciles de descubrir.
Ya desde la primera observación del planeta a ojos de Galileo Galilei, éste pudo observar sus anillos. No obstante, su telescopio no tenía la resolución suficientemente como para ver anillos y sólo podía ver algo similar a dos cuerpos "adosados" al planeta que, tras varias observaciones, desaparecían (este hecho debió perturbar bastante la mente del astrónomo italiano). Y no fue hasta 1656 cuando Christiaan Huygens entendió que esas "asas" podrían ser en realidad anillos.
Y estaba en lo cierto. Los anillos de Saturno están formados por infinidad de partículas de todos los tamaños imaginables, desde polvo hasta pequeñas lunas.
Pero hasta que no fuimos para allá, no lo pudimos observar. Y ese honor se lo llevó la sonda robótica de exploración Voyager 1, que en su viaje a los confines del Sistema Solar pasó por las cercanías de Saturno y nos mostró lo que ya suponíamos.
A estas lunas las llamamos "satélites pastores"; satélites naturales que, gracias a su campo gravitatorio, mantienen un gran número de cuerpos rocosos confinados en una región del espacio determinada por sus órbitas, creando así los anillos. Por lo general son satélites pequeños, pero bastante importantes. Un buen ejemplo de ellos son los satélites Prometeo y Pandora (no, no es la luna de la película Avatar), pues son los responsables del Anillo F, uno de los anillos exteriores del planeta.
Eso sí, no todos los satélites de Saturno son pequeños, ni están entre sus anillos. De momento conocemos 62 satélites con órbita segura, aunque podrían existir muchos más.
Y entre tanta cantidad de lunas, nos podemos encontrar de todo. Saturno posee el segundo satélite natural más grande del Sistema Solar y el único con una atmósfera importante. Nos referimos a Titán. Además, es el único satélite (sin contar a nuestra Luna) que tiene en su superficie un artefacto creado por el ser humano: la sonda Huygens, que, junto con su compañera Cassini, nos ha ayudado mucho en el conocimiento de esta luna.
El metano forma nubes en la atmósfera de Titán, precipitándose luego en forma de lluvia y creando en la superficie enormes océanos de metano líquido y otros hidrocarburos como el etano, el propano o el acetileno. Esto hace que Titán sea uno de los satélites más interesantes para estudiar, ya que esos océanos de hidrocarburos y la existencia de metano sugieren que podría existir sobre su superficie algún tipo de vida microbiana.
Y hablando de "mundos" con posibilidades de albergar vida, nos encontramos que Titán no es la única luna de Saturno con características compatibles con la vida.
Al igual que los casquetes polares de Marte, la luna Europa, el interior de los cometas..., Encélado también contiene agua. Esta luna es un pequeño satélite del Anillo E (el más exterior) que posee una tenue atmósfera. Además, es los pocos lugares del Sistema Solar donde se produce vulcanismo. Y por si fuera poco, posee agua líquida subterránea cerca de la superficie, que es la encargada de producir los geíseres antes mencionados. Es, por tanto, otro lugar de gran interés científico en la búsqueda de signos de vida en el Universo.
Así pues, nos encontramos con un planeta fascinante, donde todo su entorno (satélites y anillos) son más fascinantes aún.
Y entonces, nos surge la misma pregunta que nos hacemos con el resto de planetas: "¿Es posible observarlo?"
Por supuesto que sí. Aunque a simple vista no deja de parecer más que un pequeño punto, como cualquier otro astro, cuando empezamos a observarlo a través del telescopio es cuando se nos empieza a mostrar en todo su esplendor. Incluso se pueden distinguir sus famosos anillos. Por supuesto, siempre y cuando lo observemos en el momento adecuado, ya que por la oscilación de su eje los anillos pueden verse más o menos, o incluso parecer inexistentes.
Y si no disponemos de telescopio, o no podemos ver bien sus anillos, siempre podemos acudir a Cassini, la auténtica ventana a todas las maravillas que nos muestra este planeta.
Algunas notas interesantes más:
Y como despedida, les dejamos con una serie de cuatro vídeos titulada "Los secretos de Saturno":
Esperamos que hayan disfrutado de esta nueva entrada y gracias por leernos.
¡Nos encontramos en un próximo tema de Espacio140!
- "Saturno es el sexto planeta del Sistema Solar, el segundo en tamaño y masa después de Júpiter y el único con un sistema de anillos visible desde nuestro planeta. Su nombre proviene del dios romano Saturno. Forma parte de los denominados planetas exteriores o gaseosos, también llamados jovianos por su parecido a Júpiter. El aspecto más característico de Saturno son sus brillantes anillos."
—Wikipedia
Es "El Señor de los Anillos", el segundo planeta más grande de nuestro Sistema Solar y el más característico de todos ellos.
Pero no es un planeta tan diferente al resto de sus hermanos, con los que comparte muchas similitudes, como veremos a continuación.
El día de Saturno es de 10.24 horas terrestres y tarda 29.46 años en dar una vuelta alrededor del Sol #espacio140
— Letras de la ciencia (@letras_ciencia) October 5, 2013
Al igual que el resto de planetas gaseosos, Saturno tiene una rotación muy rápida que hace que sus días sean muy cortos. No ocurre lo mismo con su año, pues éste es muy largo, en sintonía con el resto de sus hermanos, debido a la enorme distancia que separa a este planeta del Sol. Y, como el resto de gigantes gaseosos, también es de los planetas más grandes de nuestro sistema solar. Concretamente, el segundo más grande, con unos 120.000 Km. de diámetro, solo por detrás de Júpiter.
¿Queréis conocer más similitudes con sus hermanos gaseosos? Aunque pueda sorprender a alguien, otra similitud con ellos son... ¡sus anillos!
En nuestros temas sobre Urano y Neptuno pudimos ver que estos dos planetas también tienen anillos, aunque casi imperceptibles a la vista de los telescopios. El caso de Saturno es bien distitno, pues nos encontramos con unos anillos majestuosos e impresionantes y que no fueron tan difíciles de descubrir.
Representación a escala de los planetas gaseosos de nuestro Sistema Solar - Imagen de dominio público
Ya desde la primera observación del planeta a ojos de Galileo Galilei, éste pudo observar sus anillos. No obstante, su telescopio no tenía la resolución suficientemente como para ver anillos y sólo podía ver algo similar a dos cuerpos "adosados" al planeta que, tras varias observaciones, desaparecían (este hecho debió perturbar bastante la mente del astrónomo italiano). Y no fue hasta 1656 cuando Christiaan Huygens entendió que esas "asas" podrían ser en realidad anillos.
En 1857 J.C. Maxwell fue el primero en demostrar matemáticamente que los anillos estaban formados de ... [1/2] #Espacio140
— Fran Sevilla (@fjsevilla) October 2, 2013
... pequeños cuerpos, cada uno de lis cuales tenía su propia órbita [2/2] #Espacio140
— Fran Sevilla (@fjsevilla) October 2, 2013
Y estaba en lo cierto. Los anillos de Saturno están formados por infinidad de partículas de todos los tamaños imaginables, desde polvo hasta pequeñas lunas.
Pero hasta que no fuimos para allá, no lo pudimos observar. Y ese honor se lo llevó la sonda robótica de exploración Voyager 1, que en su viaje a los confines del Sistema Solar pasó por las cercanías de Saturno y nos mostró lo que ya suponíamos.
#Espacio140 Manchas y lunas en los anillos reveladas por una sonda Voyager pic.twitter.com/gFBETeNIXi
— A.V.A. (@ASTROAVA) October 5, 2013
A estas lunas las llamamos "satélites pastores"; satélites naturales que, gracias a su campo gravitatorio, mantienen un gran número de cuerpos rocosos confinados en una región del espacio determinada por sus órbitas, creando así los anillos. Por lo general son satélites pequeños, pero bastante importantes. Un buen ejemplo de ellos son los satélites Prometeo y Pandora (no, no es la luna de la película Avatar), pues son los responsables del Anillo F, uno de los anillos exteriores del planeta.
#Espacio140 Un primer plano de la pequeña luna Prometeo deformando el anillo F pic.twitter.com/3DhNNUkYeY
— A.V.A. (@ASTROAVA) October 5, 2013
Eso sí, no todos los satélites de Saturno son pequeños, ni están entre sus anillos. De momento conocemos 62 satélites con órbita segura, aunque podrían existir muchos más.
Y entre tanta cantidad de lunas, nos podemos encontrar de todo. Saturno posee el segundo satélite natural más grande del Sistema Solar y el único con una atmósfera importante. Nos referimos a Titán. Además, es el único satélite (sin contar a nuestra Luna) que tiene en su superficie un artefacto creado por el ser humano: la sonda Huygens, que, junto con su compañera Cassini, nos ha ayudado mucho en el conocimiento de esta luna.
#Espacio140 La sonda Cassini confirmó que en Titán existe un ciclo del metano equivalente al ciclo del agua de la Tierra
— Francisco Català (@Paco_Catala) October 5, 2013
El metano forma nubes en la atmósfera de Titán, precipitándose luego en forma de lluvia y creando en la superficie enormes océanos de metano líquido y otros hidrocarburos como el etano, el propano o el acetileno. Esto hace que Titán sea uno de los satélites más interesantes para estudiar, ya que esos océanos de hidrocarburos y la existencia de metano sugieren que podría existir sobre su superficie algún tipo de vida microbiana.
Y hablando de "mundos" con posibilidades de albergar vida, nos encontramos que Titán no es la única luna de Saturno con características compatibles con la vida.
#Espacio140 Los primeros géiseres de agua fuera de la Tierra los descubrió la sonda Cassini en Encélado pic.twitter.com/D8RhwWq2Sg— A.V.A. (@ASTROAVA) abril 4, 2014
#Espacio140 Nuevas mediciones de la sonda Cassini confirman un gran océano bajo la superficie helada de Encélado http://t.co/Gzn4MdVs1E— A.V.A. (@ASTROAVA) abril 4, 2014
Al igual que los casquetes polares de Marte, la luna Europa, el interior de los cometas..., Encélado también contiene agua. Esta luna es un pequeño satélite del Anillo E (el más exterior) que posee una tenue atmósfera. Además, es los pocos lugares del Sistema Solar donde se produce vulcanismo. Y por si fuera poco, posee agua líquida subterránea cerca de la superficie, que es la encargada de producir los geíseres antes mencionados. Es, por tanto, otro lugar de gran interés científico en la búsqueda de signos de vida en el Universo.
Así pues, nos encontramos con un planeta fascinante, donde todo su entorno (satélites y anillos) son más fascinantes aún.
Y entonces, nos surge la misma pregunta que nos hacemos con el resto de planetas: "¿Es posible observarlo?"
Por supuesto que sí. Aunque a simple vista no deja de parecer más que un pequeño punto, como cualquier otro astro, cuando empezamos a observarlo a través del telescopio es cuando se nos empieza a mostrar en todo su esplendor. Incluso se pueden distinguir sus famosos anillos. Por supuesto, siempre y cuando lo observemos en el momento adecuado, ya que por la oscilación de su eje los anillos pueden verse más o menos, o incluso parecer inexistentes.
Cada 14 años cambiamos el polo de Saturno que observamos, haciendo un baile con los anillos en el q desaparecen siempre 3 veces #espacio140
— Astronomía + Ciencia (@elsegundoluz) October 6, 2013
Y si no disponemos de telescopio, o no podemos ver bien sus anillos, siempre podemos acudir a Cassini, la auténtica ventana a todas las maravillas que nos muestra este planeta.
#Espacio140 Los anillos de #Saturno, obtenidos por la misión Cassini en 2004. El color es real. Imagen: NASA/JPL/SSI pic.twitter.com/j1hwj5kimB
— Juan A. Fernández (@jf_moreno) October 2, 2013
El sistema de Saturno http://t.co/kHvlYiUUb2 … pic.twitter.com/9dMFbuIlUR (via @Tokaidin) #Espacio140— JM Leon (@JM_LE0N) abril 5, 2014
Los anillos más espectaculares, los de #Saturno. Si hubiera competición, ganaría. #Espacio140 pic.twitter.com/lAPiEs08Gw— Juanma Pérez ズ (@valverdenyo) abril 5, 2014
¿Diamantes en Júpiter y Saturno? http://t.co/IklvQe0fwh (via http://t.co/raW4wOsrou) #espacio140— JM Leon (@JM_LE0N) abril 4, 2014
Imagen de un relámpago en #Saturno, tomada por la sonda Cassini en agosto de 2009 durante una tormenta #Espacio140 pic.twitter.com/7BCbPiMzCN— Juan A. Fernández (@jf_moreno) abril 2, 2014
Y como despedida, les dejamos con una serie de cuatro vídeos titulada "Los secretos de Saturno":
Esperamos que hayan disfrutado de esta nueva entrada y gracias por leernos.
¡Nos encontramos en un próximo tema de Espacio140!
ke interesante =)
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